5 vinos de Bodegas Cepa 21 que te llevarán a un viaje a través de su legado

José Moro heredó de su padre y abuelo un legado centenario, el cual combinó a la perfección con su esencia disruptiva para crear Bodegas Cepa 21, un proyecto que se caracteriza por crear vinos con alma propia que reflejan su historia y que ha llevado con orgullo a todo el mundo.

Cuando José Moro lanzó Bodegas Cepa 21, buscaba afinar los vinos españoles de los años 80 completamente ligados a la viticultura tradicional y conseguir vinos elegantes, finos y del gusto del consumidor. El aprendizaje adquirido durante su vida al lado de su padre y su abuelo ha estado siempre presente en su filosofía y en su forma de trabajar, por lo que cada uno de sus vinos tiene un encanto especial que hace de cualquier momento una celebración en forma de homenaje. Actualmente, Bodegas Cepa 21 cuenta con 5 referencias: Hito Rosado, Hito, Cepa 21, Malabrigo y Horcajo. En cada una de ellas, José Moro ha logrado imprimir una personalidad única que refleja el cuidado y la calidad de la uva tempranillo, característica de la bodega.

Bodegas Cepa 21 festeja el legado de la figura paterna, ofreciendo un viaje de sabores a través de sus vinos para que, quienes gustan del delicado y tradicional sabor de esta bebida, brinden, celebren y rindan honor a los papás.

El viaje comienza con Hito Rosado, un vino elegante, fresco y con personalidad única. Su aroma a frutos rojos y sutiles notas de flores blancas lo hacen un vino complejo y expresivo con una personalidad única, convirtiéndolo en la opción perfecta para acompañar largas pláticas llenas de anécdotas y buenos recuerdos. La siguiente parada es Hito Tinto, un vino intenso, equilibrado y expresivo, que hace honor a los aprendizajes que José Moro recibió durante su juventud.

Continuamos con Cepa 21, el primer vino que José Moro lanzó al mercado al crear la bodega, por lo que resulta un imperdible. Esta referencia se caracteriza por ser intensa y frutal, y por contar con una elegancia marcada que invita a probarla. Es un vino que conecta con el mayor activo de la bodega, el viñedo, al que José Moro le tiene un especial respeto y cariño por ser el origen de toda su historia.

Por otro lado, Malabrigo es el vinoen el que el terroir cobra vida, volviéndolo el más representativo y multipremiado de Bodegas Cepa 21. Esta referencia sabe trasladar a la perfección todos sus matices en cada copa y destaca por su equilibrio, potencia y calidez. Su etiqueta refleja un recuerdo muy especial de la vida de José Moro: cuando acompañaba a su padre a llevar a cabo las labores del campo, y se sentaban a descansar al pie de la vid para almorzar abrigados para resguardarse de las duras condiciones climatológicas de la Ribera del Duero.

Malabrigo es un vino de la tierra, que además lleva impresa en su etiqueta una bonita historia, la que siempre llevo conmigo por ser un recuerdo realmente especial con mi padre. Él me inculcó el amor por el vino y la viticultura, y de él aprendí que la pasión era capaz de mover el mundo. Y con esa filosofía estamos consiguiendo dar la vuelta al mundo en Bodegas Cepa 21”.

Por último, Horcajo es un vino con mucha personalidad y con una extraordinaria riqueza. Gracias a una larga y respetuosa crianza, conserva los aromas típicos del tempranillo combinados con los matices del roble francés.

Para José Moro, “el vino es un gran catalizador de las relaciones humanas y la mejor excusa para compartir con quien más quieres momentos inolvidables”. Por ello propone este viaje de matices como tributo a sus ancestros y como una celebración a su legado, demostrando que la combinación de una amplia experiencia con valentía, carácter, creatividad y un profundo agradecimiento a su historia, son los ingredientes principales para llevar a las mesas de todo el mundo vinos con una gran alma.

SOBRE CEPA 21

Situada en el pueblo de Castrillo de Duero, en Valladolid, Cepa 21 tiene como objetivo elaborar vinos de altísima calidad y cuidar al detalle todos los elementos que intervienen en la vinificación: desde la selección del terruño y la uva hasta un control pormenorizado de los procesos en viñedo y en bodega. El edificio, elegante y sobrio, está perfectamente integrado con el paisaje y equipado con la más moderna tecnología. Por su situación geográfica, en el corazón de la Ribera del Duero, domina un paisaje de cincuenta hectáreas de viñedo propio plantadas con cepas centenarias de la variedad Tinto Fino, una de las más puras del clon Tempranillo. Suelos propios de Ribera del Duero, altitudes y pendientes y una filosofía de trabajo que no utiliza ningún tipo de producto residual en la plantación dan como resultado vinos con toda la tipicidad de Ribera, eso sí, pasada por el crisol de la revolución vitivinícola de los últimos años.