Por lo general nos preocupamos por ejercitar nuestro abdomen y tener un six pack marcadísimo o bien, buscar que nuestros “conejitos” se vean firmes y grandes. Sin embargo, muchos nos olvidamos que dentro de los cientos de músculos que componen nuestro cuerpo, tenemos uno en especial que siempre olvidamos ejercitar: la papada.
Para muchos, el cuello y la papada son zonas estéticas importantísimas, ya que pueden revelar nuestro estado físico; es decir, si tenemos sobrepeso o incluso si la piel se nos ha colgado debido a la rapidez con la que bajamos.
Es importante resaltar que a partir de los 25 años perdemos hasta un 6% anual de nuestra producción de elastina y colágeno, por lo que comienzan a aparecer líneas de expresión en el cuello y nuestra papada comienza a ceder a la gravedad. Muchas personas dirán que los procedimientos quirúrgicos como la liposucción de papada son la solución; sin embargo, no toman en cuenta que son costosos y si no se respeta la alimentación, esta puede aparecer nuevamente. ¿Qué hacer? ¿Cómo cuidarse?
- Al dormir usa una almohada delgada.
Aunque no lo creas, el dormir con una almohada gruesa no solo te hace roncar; sino que estira la piel de tu cuello promoviendo la aparición de la papada y si a eso le sumamos subir de peso, tu grasa tendrá dónde acomodarse y podrás ver ese molesto borde aparecer.
2. El uso de sueros y cremas tonificantes
Existen productos de belleza enfocados a la piel del rostro en general; sin embargo, Torongia Skin Care cuenta con un suero y una crema facial termogénica que, además de proteger la piel y reducir el daño que generan los radicales libres que existen por la contaminación en el ambiente, ayudan a tensar la piel de mejillas y papada gracias a su efecto frío – calor que beneficia la tensión en las capas profundas de la piel facial.
3. Gimnasia facial
Aunque no lo creas, mascar chicle, repetir las vocales en voz alta frente a un espejo mientras tensas el cuello, cerrar la boca y mover la lengua en círculos y con ella tratar de tocar el paladar superior e inferior, son algunos de los ejercicios que se deben realizar en al menos 15 repeticiones al día para mantener ejercitado tanto el cuello como la papada.
4. Tu postura corporal también cuenta
Trata de mantener una postura que te ayude tener el cuello siempre erguido, con la vista al frente, de manera que siempre los músculos del rostro y la barbilla se mantengan con buen tono muscular.
5. Bebe suficiente agua y lleva una dieta equilibrada
Nada es mágico y si quieres evitar que tu cuello y papada se vean mal, es importante que te cuides de manera integral, así evitarás el almacenamiento de grasa en el cuerpo, fortaleciendo su estructura.
Ahora que ya sabes qué hacer y con qué frecuencia, te recomendamos hacerlos en combinación y constantemente para tener resultados en un corto periodo. Recuerda, si tienes menos de 25 años, puedes hacer los puntos anteriores como parte de prevención y si tienes más de 25, llegó el momento de cuidarte religiosamente para no ver estragos más adelante.