¿Pies para que los quiero si tengo alas para volar? Famosa frase de Fida Kahlo que resuena en mi cabeza al escribir sobre “Bailarina” (Ballerina, 2016) la película de producción franco-canadiense dirigida Eric Summer y Èric Warin que llega a las salas de nuestro país.
Tras la desgracia de perder a sus padres, Felicia vive encerrada en un orfanato que amuralla sus grandes aspiraciones de ser bailarina. Muchas lunas han sido testigos de ese deseo, el cual es confiado a Víctor, su confidente y cómplice quien le ayuda a escapar al París de 1879 con la finalidad de cristalizar los sueños de ambos.
Es así que este par de soñadores inician una aventura enmarcada por magnífica Torre Eiffeld, la soberbia Grand Opera House y los majestuosos puentes del río Sena. La joven será capaz de todo, incluso de hacerse pasar por otra persona para cumplir lo antes posible sus grandes ambiciones, no sin antes sufrir tropiezos, aprender duras lecciones y vivir el despertar del primer amor.
Con voces como la de Elle Fanning (Totoro) en su versión original y a Demi Lovato (Frozen) en el soundtrack, “Bailarina” se coloca en el cine de animación dirigido especialmente a las niñas, con un suave guiño al discurso actual sobre la lucha de los derechos de las mujeres sin dejar de lado los estereotipos tradicionales que pueden verse en producciones tales como “Barbie y las zapatillas mágicas”. Una historia rosa que te mantiene entretenido y que es ideal para pasar el rato con los más pequeños sin pretensión alguna.