LA GUAYABERA, sinónimo de sofisticación masculina tropical, es el tema al que René Orozco dedica no sólo una colección completa y atemporal, sino también tiempo de investigación documental y evolutiva que sostiene el discurso alrededor de ella, una propuesta creativa sobre este ícono del guardarropa masculino por excelencia.
Sin adentrarnos demasiado en el océano de información que sólo las piezas ícono pueden crear en la moda con el paso del tiempo, LA GUAYABERA de supuesto origen campesino logró apoderarse como el sueño de cualquier hombre de los espacios más elogiados gracias a la elección de grandes hombres de poder, desde Hemingway en Cuba y García Márquez en Colombia.
México no fue la excepción que cayó a los pies de tal magia caribeña y en los años 50 y 60 cuando el país vivía su máxima explosión como un recinto que acogía lo mejor del Jetset mundial, personajes como Richard Burton llegaba a la bahía ataviado con tal pieza. En los años 70, gracias al preciso gusto de Luis Echeverría la pieza vuelve a tomar un nuevo aire, instituyéndola como uno de sus look oficiales, propuesta que la popularizó entre el gremio político hasta la fecha.
René Orozco retoma toda esta información a modo de inspiración para dar a esta clásica pieza un sello personal sin agredir sus características principales, sumando bajo el cobijo de diferentes técnicas de aderezo, como el bordado en aro de Chiapas, el telar de pedal de Oaxaca o los deshilados del Edo de México, crean gráfica y composiciones contemporáneas para dar origen a la GUAYABERA DEL NUEVO SIGLO. Nunca sin olvidar el clásico trabajo de alforzado uno a uno con los 4 bolsillos al frente, más algunos otros incrementos en trabajo de bieses y tablas de aires frescos y contemporáneos.
Una compleja colección compuesta por más de 25 piezas que no sólo tiene una preocupación por la parte estética, sino también una especial atención en el sustrato base que le da forma , EL LINO DE BAMBU, innovación textil nacional digna de alto reconocimiento por su aportación a nuevas tecnologías que renuevan y evolucionan la industria textil.
Una paleta basada en 4 colores: Blanco roto, azul ice, capuchino y negro grafito fue la base para crear todas las piezas, ya fueran mangas cortas en versiones más casuales y mangas largas para las versiones formales en lino de bambú.