Cuatro años después de darle un giro al género zombie con la primer entrega, el director Yeon Sang-ho regresa con esta secuela independiente con altas dosis de velocidad. Estación Zombie: Península nos ubica en un mundo zombificado, la epidemia se ha extendido y la crisis mundial es un tema de todos los días en los noticieros. Se han establecido zonas seguras donde la vida humana puede continuar en tensa calma, a la vez que existen otras totalmente infectadas.
El soldado Jung-seok y sus familiares tratan de escapar a una zona segura en Corea del Sur, en el camino se encuentran con una familia que les ruega salvar a su hija más pequeña del brote, sin embargo, desisten y les abandonan a su suerte en la carretera.
Antes de partir el barco llega a su destino final, el brote zombie está a bordo y amenaza a toda la tripulación.
La película establece aquí el dilema moral que persigue a Jung-seok, quien enfrenta sentimientos de culpa al abandonar a la suerte a aquella familia y su impotencia por no salvar a quienes ama. En medio de esta vorágine de emociones acepta una misión para regresar a la Península y recuperar un valioso botín.
Como en toda película de zombies, al llegar a la oscura península las persecuciones se desatan al mismo tiempo que los personajes en pantalla buscan su redención. Jung-seok experimenta un encuentro que le cambiará por completo su visión sobre la Península en medio de veloces persecuciones, frenéticos zombies y una comunidad sedienta de violencia y espectáculo.
A diferencia de la primera entrega, Estación Zombie: Península nos muestra una distópica visión del director totalmente inspirada en “Mad Max: Más allá de la cúpula del trueno” que se queda corta al no llevarla a sus últimas consecuencias. Si bien la adrenalina nos come las entrañas en las escenas de persecución, los zombies quedan relegados a un segundo plano dejando claro que el peor enemigo del ser humano es otro ser humano.
Estación Zombie: Península fue seleccionada para el Festival Internacional de Cine Cannes 2020 que finalmente fue cancelado por la pandemia de COVID-19. Producida con el doble de presupuesto de la primera parte, esta cinta ha recaudado ya 37 millones de pesos en taquilla por lo que se espera que a pesar de la pandemia logre sobrevivir y posiblemente exista una tercer entrega.