Nostalgia por las vidas no vividas: The French Dispatch

The Frech Dispatch

Descrita cómo una “oda al periodismo”, The French Dispatch (La Crónica Francesa) de Wes Anderson es una cinta difícil de seguir para quienes aún no conocen al director y un deleite absoluto para sus seguidores.

Apenas medio siglo de vida, Anderson anhela la vida en las décadas anteriores a su existencia, en un continuo estado de nostalgia que nos lleva a lugares luminosos y a veces sombríos, dependiendo del espectador. Este culto a los objetos y la nostalgia es el hilo de plata que nos une con el alma del director, una colección de imágenes y personajes que ya no existen pero que fueron decisivas en el imaginario colectivo del siglo XX.

The French Dispatch es una comedia, con un guiño y homenaje a Godard, que nos da la oportunidad de ver reunidos a Elisabeth Moss, Tilda Swinton, Bill Murray, Francés McDormand, Benicio del Toro, Adrien Brody, Timothée Chamalet, Jefrey Wright, entre otros. 

En la ciudad ficticia de Ennui, The French Dispatch es el New Yorker de un mundo alterno donde su editor Arthur Howitzer, Jr. (Bill Murray) y su equipo creativo reúnen las historias de excéntricos escritores que formarán parte de su última edición. Un triptico de cuentos que exploran el espíritu de una época que a la distancia parece dorada, centrada en la convulsión del arte, el fantasize de los movimientos juveniles y las pequeñas grandes anécdotas que semanalmente atrapaban a los lectores del siglo pasado. 

Cual lectura de una revista, la película pasa por nuestros ojos de manera pausada y contemplativa, detallista hasta el hartazgo, tan simétrica que da náusea e insoportablemente hermosa. Más que una oda al periodismo es un poema al París que no existe, al que no le tocó vivir a Wes Anderson y ahora sólo le queda imaginar. 

Disponible ahora en cines.