Desde la fundación de la marca en 1983, Swatch siempre ha seguido el pulso de la actualidad. El enfant terrible de la relojería suiza presenta ahora su última innovación: una colección de relojes fabricada en materiales procedentes de la naturaleza. Este constituye el primer intento de éxito de un fabricante de relojes de sustituir los materiales convencionales por materiales de origen ecológico, en un entorno de fabricación en serie. Con el lanzamiento de una colección que recupera hoy el diseño emblemático de los primeros modelos Swatch, la marca abre un nuevo capítulo en su historia: ¡BIORELOADED!
La innovación siempre ha sido el motor que ha definido la personalidad de la marca. La colección «1983» continúa esta tradición, con dos materiales de origen ecológico recién presentados que se extraen de las semillas del ricino. Como es natural, todos los componentes cumplen los exigentes requisitos de calidad de «Swiss Made», que Swatch aplica a sus productos.
Como guinda del pastel, el nuevo embalaje también fija nuevos estándares. Fabricado en espuma foam, el material se compone de una innovadora mezcla a base de almidón de tapioca y patata. Como resultado de ello, el embalaje obtenido mediante un proceso de moldeado por inyección es totalmente biodegradable y se puede reciclar como residuo de papel o incluso convertirse en compost casero.
Un hito como este se merece un diseño especial exclusivo: la colección «1983» se inspira en los orígenes de la prestigiosa esencia Swatch. Seis modelos nos ofrecen sendas reinterpretaciones de los primeros relojes Swatch y hacen gala de una tipografía exclusiva creada para la señalización de la nueva Sede de Swatch… para no dejar lugar a dudas de que la revolución Swatch nunca ha dejado de avanzar.