Conocer a alguien en línea se ha vuelto tan normal que se han ignorado los peligros que esto supone. En cualquier aplicación conectamos con muchas personas e incluso dejamos información a la vista de terceros incrementando nuestra exposición . Del otro lado de la pantalla podemos estar intercambiando información con un ángel, pero recordemos que incluso el infierno tiene los suyos y se hacen llamar igual.
Imagina que conoces o te reencuentras con alguien por internet y que poco a poco la convivencia es tan fraternal que se convierte en uno de tus mejores amigos; le abres la puerta de tu casa, de tu familia y le cuentas todo, incluso sabe donde vives, donde trabajas y quienes son tus amigos. Al poco tiempo te ofrece un proyecto con buenas ganancias e incluso te cita con terceras personas para hacer creíble toda su historia. Si esto te parece exagerado, añadimos que finge enfermedad y una fragilidad que te nace auxiliarle y entonces sin que te lo pida, le brindes todo tipo de ayuda, incluso la económica. Todo esto en un halo de sutiles advertencias que decides evadir por la confianza depositada. Hasta aquí, no te he compartido nada de la película sino de una historia real sucedida en esta ciudad, dicho paralelismo me ha hecho pensar que muchas veces podemos ver historias verdaderas en pantalla y El Buen Mentiroso es sin lugar a dudas; una de ellas.
Entre la realidad y la ficción siempre ha existido un velo casi invisible y todos lo sabemos, por ello el humano es capaz de tejer una red de mentiras para conseguir todo lo que deseas, ya sea reconocimiento, compañía, la vida que no puede tener…en fin, todo lo que uno se proponga. Entrar en el mundo de El Buen Mentiroso, es enredarse en esa telaraña sin saber quien o quienes serán las presas o los cazadores por lo que la emoción al filo del asiento está asegurada.
A pesar de que el cartel apuesta más por los nombres de los tremendos actores protagonistas de esta trama, Hellen Mirren (como Betty McLeish) e Ian McKellen (personificando a Roy Coutnay); el guión se sustenta por sí solo, descubre solo lo necesario y brinda pistas a placer para los más avispados: rápidos planos secuencia con respuestas, miradas que revelan las verdaderas intenciones y recuerdos de una historia atrapada en la Segunda Guerra Mundial.
Con un homenaje a “Bastardos sin Gloria” de Tarantino, “El Buen Mentiroso” tendrá las vueltas de tuerca necesarias para redimir y sorprendernos hasta el momento que aparecen los créditos en pantalla dejando salir de nuestra boca un comentario que alivie la tensión contenida. De entre las opciones navideñas que llenan la cartelera, si lo tuyo es visitar en pantalla el lado oscuro de la experiencia humana, ésta película es una gran opción y un claro aviso en tiempos donde la honestidad y la privacidad son un lujo que no todos están dispuestos a asumir. ¿Que tal va tu última cita amistosa por internet?
El Buen Mentiroso es una adaptación del bestseller de Nicholas Searle dirigida por Bill Condon (God and Monsters, Beauty and the Beast, The Greatest Showman) y distribuida por Warner Bros.