Los problemas de circulación no discriminan género; son comunes tanto en hombres como mujeres. La aparición de arañitas vasculares, celulitis, retención de líquidos y piernas cansadas aparecen a partir de los 25 años y están relacionados tanto con la actividad diaria que realizamos, hasta por temas hormonales.
Desde los años 60, la presoterapia se desarrolló para tratar los problemas vasculares que se derivaron de las vasectomías. Actualmente, se ha descubierto que, a través de esta terapia, se pueden tratar temas de celulitis, acumulación de grasa e incluso lesiones musculares.
“Este tratamiento es uno de los más funcionales, relajantes y placenteros que existen; todos los que han probado una sesión de Presoterapia, regresan. Es ideal para aquellos que llevan al límite la fuerza de sus piernas como los maratonistas o para quienes padecen piernas cansadas por mantenerse de pie por largos lapsos de tiempo.”, Dijo Javier Sors, director de Cryomx.
En sólo 15 minutos por sesión y a través de un traje neumático, esta terapia se puede aplicar en piernas, abdomen y espalda. En piernas, una de las más populares entre los pacientes, ejerce presión en 3 zonas que abarcan muslos, pantorrillas y planta del pie. Se puede ajustar a 4 niveles de presión controlada cuya compresión estimula el sistema linfático beneficiando la eliminación de toxinas a través de la orina, revirtiendo la retención de líquidos y promoviendo la desaparición de las várices.
La Presoterapia genera tono muscular al aumentar el oxígeno a los tejidos, por lo que le devolverás la elasticidad a tu piel. “Entre otros beneficios de la presoterapia, mejora el tránsito intestinal, haciéndola perfecta para aquellos que tienen trastornos del aparato digestivo, no provoca sensaciones dolorosas y no es invasiva, así que le darás a tu cuerpo belleza y salud.”, concluyó Sors.
La Presoterapia tiene con grandes beneficios que ayuda a mantener un estilo de vida saludable. Lugares como Cryomx ofrecen este tipo de terapias; así como crioterapia dentro de una cabina de nitrógeno líquido a -190 grados, criofacial a -90 grados para estimular al colágeno del rostro, entre otras.